La historia de miles de años de evolución de la selva americana en el siglo XX se resume en esa realidad. El hombre al colonizar y multiplicarse, ha consumido los espacios que desde tiempos ancestrales fueron la casa de todas las especies naturales que ahora son desplazadas sin contemplación.
El jaguar vive como un forastero en su propia casa. Asentamientos humanos, campos deforestados para la agricultura, y principalmente selvas consumidas por el pastoreo de ganado vacuno provocan que los espacios naturales se limiten a algunas zonas que han sobrevivido al progreso y devastación del hombre. El Jaguar por instinto evita la presencia del ser humano.
Siempre te verá antes que tu le veas.
El Jaguar es casi invisible, su andar secreto y sus hábitos de cazador no le permiten mostrarse a menudo. Muy pocas personas han tenido la suerte de ver uno en la jungla, Biólogos y especialistas pueden pasar años cerca de estos magníficos felinos antes de avistarlos, aun en lugares donde su presencia es conocida.
En los estados de Nayarit y en algunas areas de Jalisco existe una cantidad indeterminada de Jaguares en los habitats con una base de presas sólida. Sin embargo el avance de la actividad agropecuaria, nuevos fraccionamientos urbanos y campestres, y en general la construcción de infraestructura provoca que toda la fauna decrezca considerablemente.
El peor enemigo: Vacas
El Jaguar, al ser una especie sombrilla, sufre las consecuencias de esta disminución directamente. Una vaca consume lo que 20 venados, además destruye los retoños de cualquier planta que los venados saben respetar. Al escasear los venados y jabalíes por la invasión de ganado vacuno que compite deslealmente por el mismo follaje, el ganadero prepara el escenario para una tragedia.
Cuando el Jaguar se queda sin opciones suele atacar el ganado para no morir de hambre. La respuesta es inmediata: cazadores que se lanzan en pos del rey de la selva Mexicana. Es común que en estas campañas se cacen Jaguares y Pumas ajenos al problema, también caen Venados, Jabalíes y otras especies que se atraviesan a los cazadores que aprovechan la oportunidad para cobrar algunas piezas. La primer batalla puede ser para el Jaguar, sin embargo su suerte esta echada, tarde que temprano volverá a atacar y los ganaderos a buscarlo.
Esto sucedió en Punta de Mita. Un jaguar mato ganado y Virgilio Tamez Orozco, fundador de HOJANAY (Hombre Jaguar Nayarit, A.C.) se entero del problema. Para salvar al felino había que actuar con precisión y rapidez en varios frentes.
- Primero fue necesario hablar con los ganaderos para detener la cacería.
- Localizar al Jaguar responsable para estudiar sus hábitos.
- Obtener el permiso del gobierno Federal para intentar atrapar al Jaguar, que es una especie protegida.
- Conseguir la anuencia del ejido de Sayulita para atrapar vivo al Jaguar.
- La autorización del ejido de Ursulo Galván para liberar al Jaguar en el corazón de la Sierra de Vallejo.
- Organizar un plan para atrapar y trasladar al felino a la zona autorizada.
La inteligencia ya se le practicaba al Jaguar.
Investigando en las inmediaciones, se habó con unos trabajadores de la construcción, quienes revelaron haber visto una hembra con 2 cachorros.
Un rastreador de Jaguares (irónicamente cazador) confirmó la presencia del Jaguar en la primer visita al lugar únicamente por el olor. Esto puede sonar increíble pero así es, el Jaguar despide un olor que es desapercibido para la gente, solamente estudiosos del gato aprenden a distinguir el aroma peculiar.
Con aportaciones personales de Virgilio se compro un puerco de 25-30 kilogramos para usarlo de cebo. El cerdo se tiene que cargar hasta el lugar ya que no puede caminar por subidas muy empinadas y clima caluroso sin sufrir un ataque cardiaco. Se amarro con un arnés especial con destorcedor para que no se estrangulara y se le dejo con alimento y agua. Dos días tardo el Jaguar en comerlo.
Así se colocaron otros 6 cerdos a lo largo de varias semanas. Con las huellas de diferentes dias, vagamente se identifico un Jaguar, su peso y su tamaño aproximado. Con la información recabada se pudo planear el gran día para atraparlo.
Se construyo una jaula de acero malla ciclonica con un tamaño adecuado para albergar el cebo y al mismo Jaguar. Aunque las huellas cambiaban de tamaño dependiendo del tipo de piso, humedad y consistencia, se sabía que probablemente era grande y que muy probablemente sería un macho.
Unidos por el Jaguar
Los tramites no son placenteros en México, cualquiera que halla tramitado su licencia de conducir lo sabe. Sin embargo la disposición de las autoridades estatales y ejidales se unió para fluir a favor del Jaguar. El sueño romántico que despierta la más poderosa de las fieras hizo que el viento soplara a su favor, al menos por un solo día.
En la misma fecha se dieron los permisos al mismo tiempo: Sayulita dio el permiso para atrapar al gato, Ursulo Galván acepto recibir al inquilino con la promesa de crear un refugio y promover el turismo ecológico.
Sin más tiempo que perder esa misma noche la Jaula se transporto en hombros al lugar elegido, se coloco el penúltimo cerdo de esta historia, que dicho sea de paso, sin este sacrifico por parte de los Cerdos, no se hubiera podido intentar nada.
El delegado (Ing. Armando Zepeda Carrillo) de SEMARNAT llegó a las 8:45 PM. A oscuras y en completo silencio caminaron hasta la jaula, cuyo dispositivo incluía una persona escondida a 50 metros en plena oscuridad para jalar una cuerda que cerraba la puerta. Apenas llego el delegado con Virgilio al sitio de la jaula. Entre los sonidos de la selva se detecto la presencia del Jaguar por los sonidos del puerco. Esa era la señal para activar la trampa. El momento llego, a ciegas se activo el cierre de la jaula y todo quedo en silencio.
¿Estaría el Jaguar adentro? ¿Habría podido sacar al puerco afuera de la jaula antes de que se activara la trampa?. Un Jaguar defenderá su comida ferozmente de ahí el riesgo de acercarse con el gato suelto. Virgilio se acerco lentamente a la jaula con una lámpara de mano. Ahí estaba el Jaguar preso, desconcertado en su encierro temporal. Armando Zepeda Carrillo tomo las primeras fotos del Jaguar. La gente que había ayudado a colocar la jaula y otros mas pudieron admirar al gran macho. Por la ubicación, era imposible mover la jaula de noche, así que una vez mas se despidieron del gato para volver a la mañana siguiente con un ejercito de cargadores.
Golpe de astucia
En el transcurso de la noche el Jaguar escapó. Con ayuda de la fuerza de sus garras doblo una esquina de la Jaula y pudo salir libre. No solamente era evasivo y fuerte sino además astuto.
Se hizo una operación a gran escala en la zona, mucha gente salio a buscarlo. Se le persiguió con perros entrenados durante todo el día sin éxito, cañadas, grietas y cuevas sin que los sabuesos de los cazadores encontraran su rastro.
Pronto la noticia se hizo del dominio público. La fiera era mas lista que el hombre: salvaje y bello el felino escapó. La fuga del Jaguar se hizo legendaria, o más bien el Jaguar se hizo leyenda. La gente le hizo llamar Baltasar, en honor al corrido "Se les pelo Baltasar".
Aquella tarde llegó Rodrigo Núñez, quien trabajaba en Chamela en la reserva y tenía experiencia atrapando Jaguares, durmiéndolos con sedantes para examinar, medir, pesar, (algunas veces para ponerles un radio collar) y liberarlos. Ante la premura de que los permisos vencerian se replanteo una solucion. Rodrigo sugirió utilizar otro tipo de trampa: una trampa de mano, con sistema de amortiguamiento (para evitar lastimar) fijando la trampa a un tronco suelto que atraparía al Jaguar sin necesidad de la jaula. Calculando que tendría hambre se coloco una trampa y de cebo un lechon más. Las expectativas eran muy bajas debido al fracaso anterior, pues debido al susto quizás el gato estaría a muchos kilómetros de distancia.
La reubicación
A la mañana siguiente llegaron al lugar y vieron que la trampa se había accionado, el tronco no estaba en su lugar pero al arrastrarlo el Jaguar había dejado un rastro claro. Siguieron las huellas unos 300 metros y ahí estaba el Jaguar atrapado de su pata delantera, la cinta estaba amarrada al tronco. El Jaguar gruño y pelo los dientes, yacía agotado junto a una palmera caida donde se atoro el tronco. Rodrigo preparó el tranquilizante, que fue colocado en la punta de una pértiga mientras se distraía al Jaguar, Rodrigo anestesió al gato y en poco tiempo se durmio.
Primero se cargo al Jaguar, despues se colocó al Jaguar en una Jaula donde poco a poco despertó mientras era transportado, primero en hombros, después en camioneta por carretera hasta el ejido Ursulo Galván, de ahí en brecha. Donde no se pudo seguir en 4x4 se cargo la jaula hasta el lugar elegido.
En el lecho de un arroyo se colo la jaula, todos se alejaron algunos metros excepto Virgilio, quien desde arriba manualmente levantó la puerta. Baltasar recupero su libertad alrededor del medio día. A partir de ese momento, para el Jaguar empezó una nueva aventura: la busqueda de un nuevo territorio en la selva donde pudiera alimentarse y en el proceso, confrontar el alto riesgo de entrar en conflicto con otros machos.
De la hembra se sabe que aún vive en los alrededores. Sus cachorros, probables hijos de Baltasar no se sabe nada.
El costo total de una reubicación puede ascender a $60 mil pesos mexicanos ($5,800 USD), esta reubicación se dio mayormente con aportaciones personales en moneda y en especie, y se pudo gracias a los muchos voluntarios que ayudaron sin cobrar un peso. Con la experiencia actualmente los costos se han reducido, ahora una reubicación cuesta alrededor de $4,000 USD. Sin duda es mas barato sacar el ganado de la selva que la tarea de reubicar a un Jaguar.
El tiempo sigue su marcha y Aura Jaguar, con limitados recursos, sigue aportando su grano de arena para lograr un equilibrio entre la Selva y los habitantes del sur de Nayarit.