Fue una excursión invernal en el desierto del altiplano, entre los estados de Zacatecas y San Luis Potosí, donde un grupo de Biólogos (Entre ellos Fer y Rastas miembros de Aura Jaguar) platicaban con un hombre del lugar. Frente a ellos tenían una jaula de 50 cm de ancho por 2 metros de alto y 2 metros de largo. Aunque la platica comenzó de manera casual, el motivo concreto era el contenido de la jaula: Un Lince (conocido como gato rabón) macho Lynx rufus, atrapado por esta persona con fines recreativos.
La jaula no contaba con estructura ni piso sólido: era un cubo de tela de alambre que lastimaba sus patas. El movimiento era muy limitado y su humor descontento de gato salvaje encerrado. En libertad es donde estaría mejor, libertad que habría perdido meses atrás. Uno de los fines de este Lince podría ser el kilómetro 100 de la carretera SLP-Matehuala donde algún ciudadano inconsciente pagaría algunos pesos por una de las peores mascotas que una persona puede comprar.
Sin embargo los biólogos de Guadalajara estaban dispuestos a cambiar el destino de este Lince. Y dentro de un dialogo amable le presentaron sus argumentos al dueño del animal y con derecho propio, de la jaula.
Después de una larga charla el hombre accedió a soltar al Lince, la jaula se quedaba en casa, así que con la única condición de "llevenselo como puedan pero sin mi jaula" y "nomás los dejo pa ver como le hacen pa sacarlo"
Sin tranquilizantes o algún aditamento disponible, y con un ranchero un poco molesto decidieron tomar acción antes de que cambiara de opinión. Rastas decidió tomar el riesgo y se preparó poniéndose todas las chamarras de los presentes como único escudo protector y la hielera de la expedición como contenedor temporal.
Debido a que la jaula no tenía puertas de manejo empezaron a aplastar una esquina orillando al agitado gato hasta que quedo en una orilla donde se abrió la malla y R procedió a agarrarlo a mano limpia. El gato en un instante se dio la vuelta y clavo sus garras y dientes en el brazo de R, que aun con varias chamarras sintió las garras en sus músculos. Al estar muy bien agarrado al brazo fue muy difícil de meter en la hielera. Después de varios intentos el Lince fue arrojado en la hielera con un movimiento de látigo.
La hielera asemejaba a una lavadora de la forma como se movía el lince dentro. El gato sentía que solo lo cambiaban de jaula.
Se desplazaron al desierto, en un lugar alejado del pueblo donde el hábitat parecía ideal para el depredador. Con la ayuda de otro valiente se abrió la hielera. El Lince puso pie afuera, se estiro y como un resorte salió disparado haciendo un zig zag, para perderse de vista en el lugar al que pertenecía.
Ese es el espíritu de nuestra organización, gente dispuesta ayudar. Gracias a estos ciudadanos responsables, y en especial a Rastas, miembro fundador de Aura Jaguar por su inspiracion.