Heracles: el primer jaguar
Nació en estado salvaje en la Sierra de Vallejo, en
Nayarit, en el año 2001. En ese entonces todavía no era Área
Natural Protegida, pero el jaguar ya era una especie protegida en peligro de
extinción.
Un cazador furtivo mató a la madre y atraparon, al parecer, a dos cachorros.
Virgilio Tamez, que estaba interesado en la especie, fue notificado, y se le entregó uno en custodia, no sin antes pasar por varias manos, altercados y enfrentamientos. Del otro cachorro se desconoce su paradero, se sabe que fue extraído de la selva, y que quizás aún viva en cautiverio.
Heracles, con apenas tres semanas de edad y una situación de salud precaria, fue llevado de inmediato al Zoológico Guadalajara para recibir cuidados especiales los próximos días, que serían cruciales. Regresó a casa de Virgilio, en la selva, cerca de San Francisco, Nayarit, de tres meses y un estado físico saludable.
Con la llegada de Heracles se aceleró la inquietud de fundar una asociación protectora de jaguares; resultaba más que evidente los peligros y la nula protección de estos felinos en la zona. En 2004 se concretaron una serie de acciones que dieron luz a HOJANAY AC, y después de una transformación, en 2010, a AURA JAGUAR AC, que incluye a grupos de varias partes de México.
Virgilio tiene amplia experiencia en el trato con animales, así que Heracles vivió como un integrante más de la familia; hasta el año y medio deambulaba libremente por la casa, se le enseñó a dormir en una caja de transporte de perro, que igual le servía cuando se quedaba solo o para efectos de traslado. Fue alimentado con leche de importación especial para felinos cachorros, vitaminas, minerales y complementos necesarios para mantenerlo sano y fuerte en su etapa de crecimiento.
A las semanas la leche se sustituyó por un embutido especial de carne de puerco, cartílago, carne de res, croqueta de gato y otros elementos para completar su dieta.
A la vez que iba creciendo, y gracias a la convivencia de tiempo completo, se aprendió mucho del comportamiento de los jaguares, tanto de su etapa de cachorro, pubertad y madurez sexual.
Ya adulto, Heracles volvió al Zoológico Guadalajara
para su reproducción en cautiverio con una hembra del mismo tipo, moteada
amarillo con negro. Se cruzó y tuvo varias crías. Unas las administró
el Zoológico, y Virgilio recibió un macho, al que la hija de Liliana
Abascal, la encargada del cuidado de los cachorros, le puso Pier; nombre que
la gente de la zona de Vallejo le cambió por Pedro, “más
mexicano”.
Heracles, después de cumplir con su ciclo reproductivo en Guadalajara
atendiendo la necesidad de mantener una diversidad genética, fue trasladado
a Santa Cruz del Tuito, Cabo Corrientes, donde vive actualmente (mayo de 2009)
en un encierro en la selva con una hembra también rescatada de la orfandad,
nacida en estado salvaje, que se llama Pecas.
Ya tuvieron una camada de dos cachorros; uno nació muerto y el otro sobrevivió cuatro meses. Es probable que Pecas haya sido la responsable; es común que en cautiverio las madres felinas maten o mutilen a sus crías, por eso se les retiran y se dan a madres sustitutas, como se hace en el Zoológico Guadalajara. La más política de las explicaciones es que mueren a causa de una picadura de animal venenoso. Se tiene noticia de que Pecas está embarazada de nuevo de Heracles, sin embargo los responsables del encierro han guardado silencio. Esperemos que la historia tenga un final feliz.