El primer intento por retirar a Pedro de su casa en la selva de Vallejo fue inútil. Se colocó una jaula con alimento, pero no quiso entrar; había quince personas esperando para luego cargar al jaguar encerrado hasta una camioneta. En vano.
Tras varios días de preparación, un pescado, y nadie presente, Pedro decidió meterse, ahora sí, en la jaula, que se puso a bordo de un vehículo para su traslado al Zoológico de Vallarta, localizado en el Camino al Edén número 700, en Mismaloya.
El objetivo de ceder al jaguar es que ahí hay hembras solas, negras
y moteadas que esperaban a Pedro con fines de reproducción. Las crías
resultantes serán administradas en proyectos de conservación
de jaguares tanto por el Zoológico como por AURA JAGUAR.